All your life you¨ve waited
for love to come and stay
and now that I have found you
you must not slip away. David Gates
15.mayo.2015
El teatro y el cine contaron infinidad de historias románticas, pero son verdaderamente pocas las historias que emocionan, que conectan de manera real con el público, y las cuales quedan grabadas en el corazón de los espectadores… La chica del adiós es uno de esos mágicos casos.
Con una historia simple, divertida y profundamente romántica, la pieza inicia en uno de los peores días de la vida de Paula (una mujer de casi 40 años), cuando es dejada por Tony, su pareja, ya que éste decide vivir su sueño de actuar en una película extranjera por su cuenta, pero no solo la deja - a través de una carta - sino que además subalquila el departamento en donde vive ella junto a su hija (Sofía de 13 años) Esa misma noche, Paula conocerá a Rodolfo – amigo de Tony – el cual es el nuevo inquilino de dicha propiedad. De personalidades antagónicas, y con facilidad de choque, por necesidad, ambos se verán obligados a compartir el techo, y a pesar de sus diferencias nacerá el amor… pero las relaciones nunca son fáciles, y cada uno tiene un fuerte peso en sus espaldas ¿podrán dejar sus diferencias, sus miedos e historias atrás para que prevalezca el amor?
Escrita por Neil Simon (Extraña pareja; Los reyes de la risa; El último de los amantes ardientes; Perdidos en Yonkers;Sweet Charity, entre otras) originalmente para el cine - estrenada en 1977 con gran éxito - en la obra se aprecia la excelente mano del autor para escribir una historia romántica que se aleja de la mayoría de los clichés típicos del género, a la vez que crea una pieza con mucho humor, y personajes que tienen un interesante trasfondo, en una pieza que por supuesto habla del amor, pero también del miedo a entregarse y a fracasar, del peso del pasado, de los sueños y de la familia.
Claudio Tolcachir es un talentoso director teatral, y en esta caso es posible apreciar que propone una puesta que no se aleja estéticamente de sus trabajos más personales (Emilia; El viento en un violín; La omisión de la familia Coleman) y la misma no sólo es altamente delicada, sino que prescinde de artificios innecesarios, se centra en lo verdaderamente esencial: la historia, las actuaciones, y delicadamente crea las atmosferas ideales para los distintos climas que se suscitan a lo largo del relato; y el director se vale de un sobresaliente equipo artístico de escenografía, vestuario, iluminación y diseño musical, quienes logran un bellísimo concepto, que se vuelve el espacio ideal para contar esta historia.
Tolcachir es también un estupendo director de actores, y logra lo mejor de sus intérpretes, aquí la dupla protagónica - Paola Krum y Diego Peretti - realiza una tarea de excelencia, con composiciones sinceras, vuelven a sus personajes reales, pasan con solvencia por distintos estadios a lo largo de la obra, y logran una excelente química, la cual hace que el público enseguida ¨compre¨ la historia de estos personajes.
Lucía Palacios – como Sofía - es toda una revelación, plantándose con seguridad en el escenario, con una interpretación natural, y una bella voz; mientras que Gipsy Bonafina deslumbra y deleita en cada participación, interpreta cuatro personajes, cada uno de ellos lleno de detalles, diferenciándolos con ricos matices, monumental tarea de esta gran artista, la cual también encandila con su mágica voz.
Un excelente trabajo actoral, en una estupenda pieza, potenciada por la exquisita dirección de Claudio Tolcachir, vuelve a la obra en uno de los espectáculos más hermosos de esta temporada. La chica del adiós es una obra que divierta, emociona y enamora.