Escrita por Martín Joab, Marcos Arano y Marcelo Katz, “Los Fabulosos Singer” nos transporta al colorido mundo de una familia de artistas de variedades de mediados del siglo pasado. El espectáculo cuenta una noche de función alternando números cómicos y musicales con acontecimientos en camarines, mostrando el detrás de escena. Donde lo original de la trama reside en el contraste entre una vida tras bastidores, abundante en cotidianeidades, y el mágico mundo que construyen en ese instante de subirse al escenario. Allí transcurre la historia de esta familia de virtuosos itinerantes compuesta por dos hermanos, Fabricio y Roque, junto a Sofía, la hija de éste último.
La obra se destaca por su ingenio y su cuidado estético. A partir del humor, despierta toda clase de emociones que hacen de la propuesta algo diferente y encantador. No faltarán excéntricos números con fuerte impronta clownesca, de danza, máscaras y circo como “Colosos Rumanos”, “Sombreros Voladores”, ¨Tap”, “Manos Ucranianas”, “El Ventrílocuo”, “Danzas con Velos”, “Marionetas del Volga” y hasta un momento de “Levitación”.
La música original, compuesta y dirigida musicalmente por Javier Estrin, resulta una contribución fundamental en la pieza, habiendo espacio para un piano, guitarra, clarinete, melódica, ukelele y algunos elementos no tradicionales. Aportando diferentes gamas y matices sonoros.
Decir que un espectáculo en el que está involucrado Marcelo Katz es de factura impecable, a ésta altura resulta una obviedad. Marcos Arano (en el rol de Fabricio) hace lo propio, siendo un ideal partenaire de Roque. Julia Katz (alterna funciones con Carolina Saade) completa el elenco con un estupendo desempeño lleno de frescura y espontaneidad. El delirante trío se entiende a la perfección en escena, tanto en el aspecto musical como actoral.
Cada mirada, cada gesto, cada objeto, cada momento de humor, cada ritmo musical, junto al diseño de vestuario, la minuciosa escenografía (a cargo de Valentina Bari y Gabriel Díaz respectivamente), la puesta de luces de Fernando Berreta y David Seldes, y el aporte desde la dirección de Martín Joab, suma para lograr un superlativo resultado final. Aquí, cada detalle mencionado coopera para embellecer la creación, y a su vez, generar una idea de mundo, esto es, la vida de la cuarta generación de una familia de músicos y humoristas que giran actuando en espectáculos de variedades en pequeños pueblos y teatros de provincia.
Siempre viajar, siempre cambiar, pasen a ver el circo.