Con Noche de Reyes Jorge Arzumendi decide tomar una de las comedias de menor popularidad de William Shakespeare (en un momento donde abundan las obras reconocidas de éste autor) y realiza una versión con sendas licencias: desde la época (los años 50) la utilización de canciones de dicha época (con el fin de contar ¨el ánimo de los personajes¨) y – en sus palabras - con la intención ¨de generar un intertexto entre el texto original y los legendarios films musicales de la Metro¨
La trama inicia con el trágico naufragio, en el cual dos hermanos - un hombre y una mujer – son separados, creyendo cada uno la muerte del otro. Por un lado, él, Sebastián (Colombo) navega con Antonio que es quien lo ha rescatado, mientras que ella, Viola (Otero) decide vestirse hacerse pasar por su hermano, y es así que se presenta en la corte del Duque Orsino (Tripel) del cual se enamorará, y es quien le pide que interceda para ayudarlo a conquistar a otra mujer, Olivia (Azcurra), que lo rechaza. Al presentarse ante ésta con el fin cometido, en un inesperado giro, será Olivia la que se enamorará de ella creyéndola varón.
Finalmente, los hermanos se reencontrarán, pero dicha situación tal vez no sea el momento correcto para dar a conocer sus verdaderas identidades frente a los demás.
El director, Jorge Arzumendi, plantea una puesta que es en principio interesante en su propósito, pero que a la hora de concretarla, poco es lo que logra plasmarse en escena, y ante tantos elementos que intenta que entren en comunión, termina por generar un verdadero pastiche.
Lo cual se debe a que en la puesta conviven distintos códigos actorales, atravesados por dos propuestas estéticas (los años 50: visibles en el vestuario de algunos de los personajes, y en el sector de la banda, lo moderno: en el vestuario del resto de los personajes, y en la cortina escenográfica) además del texto de Shakespeare, y momentos musicales (que dejan en pausa la continuidad de la acción dramática)
A pesar de ésto, es gracias al nivel de sus artistas en escena, que se termina percibiendo la puesta general como buena. Precisamente lo que sostiene la obra es un grupo de actores y la dirección musical.
En un numeroso – y ecléctico elenco – se destacan los trabajos de Felipe Colombo, Germán Tripel y Florencia Otero (la cual nuevamente se luce como cantante, y en materia de danza, además de lograr una gran consistencia a la hora de interpretar su papel, y de enfrentar los– difíciles - parlamentos), además de las hilarantes participaciones de Melania Lenoir y Rita Terronova (ambas, que a pesar de ser personajes cómicos, no dejan a los mismos en la forma sino que les dan contenido) y los buenos trabajos de Kuz Kerz, Laura Azcurra y Sebastián Suñe.
Por otra parte, la exquisita dirección musical de Santiago Otero Ramos da vida y genera un cambio de aire en la puesta y en el público. Con una destacada selección musical, los distintos temas son interpretados magistralmente por la banda en vivo, y si bien todos los cantantes realizan un gran trabajo, con Mike Zubi adquieren una potencia y calidez tal, que parecen haber sido compuestos para este joven y talentoso interprete.
Por último se señalan – en una dirección coreográfica compartida entre Gustavo Wons, Gustavo Carrizo, Mecha Fernández, Seku Faillace y Diego Bros – los cuadros creados por Fernández, Wons y Carrizo.
Noche de Reyes es una comedia en la cual se puede disfrutar de grandes momentos musicales, y el talento de varios actores – los cuales gracias a sus individualidades – lograr dar vida a una débil propuesta escénica y dirección general.