Tres hermanos viven en una casa, prácticamente no salen de ahí (están como ¨atrapados¨ en ese espacio por distintos eventos familiares), gracias a esto, no están ¨contaminados¨ por el afuera, cada uno de ellos tienen personalidades que los vuelven distintivos:
Elsa, busca el amor, y no sabe si lo encontró en Miguel (quien visita la casa asiduamente), o si su ¨amor verdadero¨ está ahí afuera esperándola (siempre y cuando se anime a salir y buscarlo); Adela es la más ¨rebelde¨, extrovertida y de interesantes planteos filosóficos, por último, René es una suerte de científico, vive en el garaje, donde tiene un proyecto muy especial: el estudio del mundo de las ¨personitas¨: unos misteriosos y minúsculos seres humanos que por gracia (¿divina?) se los encontró , y les creo un micro-mundo para que éstos puedan vivir, y desde donde los puede observar, y a través de distintos cambios que realiza, ver qué sucede con éstos.
Este proyecto era desconocido por cualquier persona ajena a la casa, hasta la llegada de la joven y curiosa Elena. Distintos hechos se irán desarrollando, y los distintos mundos (el de las personas y el de las personitas) cambiarán radicalmente.
Javier Daulte es un brillante dramaturgo, y vuelve a trabajar (como en otros trabajos como ¨Estas ahí?¨, ¨Automáticos¨, ¨4D Óptico¨ y ¨La felicidad¨) con el mundo de la ciencia ficción, del realismo mágico, en el teatro, pero en esta pieza lo lleva a un nivel mayor, para hablar sobre la ¨creación¨, se mete con la teología, la fe ¿hay un ¨dios¨ que guía? ¿Cualquiera puede ser ¨dios¨? ¿Hay un mundo más allá del que vemos, y que nos controla?, ¿Qué es la realidad y que es la fantasía?, pero a su vez, hay un planteo sobre el arte y la cultura, y sobre lo que es la etapa de la infancia, y las relaciones familiares. Personitas es una obra que abre distintas puertas, todas de gran intensidad e interés, que deja al espectador pensando, a la vez que se sumerge en un mundo atrapante, divertido y perturbador.
Una creación dramatúrgica perfecta, que va de la mano de una cuidada puesta en escena.
Actoralmente Daulte se vale de cinco extraordinarios intérpretes para dar vida a sus personajes, todos ellos de gran nivel, y verosimilitud: Darío Grandinetti y María Onetto impecables y con interesantísimas coloraturas actorales, Andrea Garrote y Héctor Díaz a los cuales siempre se vuelve placentero verlos en escena, y una verdadera revelación como es Laura Grandinetti, cuyo personaje es el que brinda una mirada distinta, y su tarea está a la altura de sus compañeros. Lo más destacable del elenco, es la composición global que realizan, y como se potencian unos con otros, para crear trabajos explosivos.
Personitas es una obra única y distinta (lo cual no es poca cosa, en la enorme, y no tan variada, cartelera teatral), un espectáculo que invita a un viaje intenso, y de enorme placer. Una pieza imperdible en todos los sentidos.