¿Quién no sintió alguna vez la sensación de “no saber qué hacer, qué me pasa”? Solo mente es la historia de un muchacho que se encuentra en la etapa más difícil de la juventud: el encuentro con la propia identidad. Tras los grados de estrés por el trabajo indeseado, las dificultades familiares, los exámenes de la facultad y un amor conflictivo, Patricio Martín Ramos, protagonista de la obra, defiende un personaje completamente real que sufre un conflicto interior entre su mente y el alma que hacen enfrentarse con la realidad y su temor al presente.
Lo particular de este personaje son dos cuestiones muy influyentes en este proceso, primeramente su estado de hipocondría, el miedo a padecer una enfermedad grave a partir de la interpretación personal de signos corporales, ya que sufre de hipertensión por herencia, y por otro lado su necesidad de tener todo controlado. Es interesante ver cómo el autor pone foco a las acciones que produce el estrés y como, si no podes reducirlo, entras en un círculo vicioso donde podes perderlo todo en poco tiempo.
La historia está contada en primera persona, cada suceso que pasa es un minuto más de sufrimiento para este joven, empezando por su jefe, Maxi Escalante, que lo presiona como si tuviera años de experiencia, sus padres, Susie Kelly y Ricardo Iacobucci, sus amigos de la facultad, Pamela Collová y Martín Rotondaro, y su gran pero toxico amor, Rodrigo Devita. Sin embargo, es su hermana, Victoria Martínez, quien se encargará que este personaje pueda darse cuenta de todo lo que le está sucediendo.
La puesta es agradable y la perspectiva es muy completa ya que no solo utilizan el espacio escénico frente a las butacas sino que al ser un teatro bastante reducido utilizan todos los metros cuadrados de la sala, aunque el movimiento escenográfico pasa sobre el escenario. Todos los artistas cambian la escenografía en un apagón de solo unos pocos segundos y la puesta de luces de Horacio Noville, acompaña correctamente cada momento. En varios instantes de la obra, la música de Gaby Goldman es fundamental para la comprensión del acto, la misma está muy conectada con los sentimientos de los personajes y también nos logra trasladar a un lugar imaginario. El elenco se completa con Ignacio Medrano, Sofía López, Mery Olaciregui y Fiamma Millanao, quienes cumplen un rol imperdible en esta obra ya que están todo el tiempo en escena y además son quienes hacen que ésta cobre sentido y la complementen con un poco de humor.
Sin duda alguna, en este espectáculo se destaca la labor de Patricio Martín Ramos como este joven que nos representa a todos en alguna forma, y logra demostrarnos que es posible despertar de ese momento donde crees que nada es posible.
Solo mente es una invitación a reflexionar sobre estos momentos, y por supuesto a disfrutar de esta magnífica comedia dramática que deja grandes enseñanzas.