Consultado sobre por qué la Filarmónica Checa todavía suena diferente, Jiří Bělohlávek, antiguo director de la agrupación dijo: "Una razón es que esta sala requiere un tipo especial de ejecución. El otro, más importante es que todos o el 99 por ciento de nuestros músicos son checos y fueron entrenados aquí. Esa es la fuente de nuestro sonido especial y estamos tratando de mantenerlo”.
A primera impresión, ese “ángel” aún se nota. Si bien el ensamble que se presentó el pasado 23 de agosto es sólamente de cuerdas y su director no estuvo presente, la orquesta de cámara de la filarmónica checa (curiosamente todos hombres) suena a europa del este.
En una larga gira que incluye varias ciudades de Argentina y sudamérica el grupo formado en 1977 presentó en la sala del Teatro Coliseo de buenos aires, obras divertidas (y no tanto) de Johann Stamitz, Béla Bartók, Mozart, Dvorák y Janácek. En una estructura con dos partes y sin aparente hilo conductor má que el “sabor” de checo de sus compositores, la platea disfrutó de 120 minutos de música con 3 bises que incluyeron a Astor Piazzolla.
La música comenzó con un carácter de muchísimo oficio, como es de esperarse de músicos con este nivel de ruedo internacional, pero algo frío dada la falta de un presentador, la barrera del idioma (que debe haber promovido la timidez de Vlastimil Kobrle, el líder artístico del grupo) y la decisión de no incorporar a terceros al escenario.
La segunda pasada, un poco más alegre en los papeles, encontró a los músicos mucho más serios, comprometidos y con un tempo no tan cuidado como al principio. Se puede decir que con más libertad. Esta actitud fue in crescendo hasta el final de la primera parte en donde un espectador atento podría haber notado un humor de fiesta entre los músicos.
Luego del intermedio el ensamble dio más caudal a la representación encontrando el punto más alto de la noche en el Vals de de Dvorák, finalizando con la suite para cuerdas de Janácek que en la opinión de este cronista, merecía más ambiente que el que se le dio.
Es muy enriquecedor escuchar representaciones tan potentes como la que brindaron los checos. Llena el alma. Muestra que los músicos europeos si bien con una coloratura única que surge de su cultura y entrenamiento, tienen la misma sangre que los músicos locales (y cometen también pifies). La música nos une.
Desde sus orígenes, en el año 1987, el Ciclo Nuova Harmonia ofrece alternadamente las espectaculos de orquestas, ballets, solistas y actores de primer nivel nacional e internacional. En la actualidad Nuova Harmonia está conformado por un total de 10 conciertos al año.
Fernando Johann
Primeros violines: Vlastimil Korble - Pavel Safarik - Pavel Sochurek - Jiri Kubita
Segundos Violines: Václav Prudil - Jiri Skoda - Marcel Kozánec
Violas: Ivan Pazour - Ondrej Kames
Violonchelos: Jan Keller - Marek Novak
Contrabajo: Jiri Vopálka
La Orquesta de Cámara de la Filarmónica Checa se presentó el jueves 23 de septiembre a las 20.30 hs. en el Teatro Coliseo.